La autonomía es un proceso que se produce en el desarrollo personal del niño/a: ser capaz de poner distancia o independencia emocional respecto a las personas que más ama, también está estrechamente relacionada con la seguridad que tiene uno consigo mismo, con la aceptación de  las normas, con la capacidad de superar la frustración y con saber aceptar responsabilidades.

En esa vía de desarrollo, el niño/a vive más de una etapa. Sin embargo, eso no significa que todos los niños/as pasen por dichas etapas del mismo modo y al mismo tiempo. A pesar de que el entorno donde vive el niño influye en él, también tiene una importante incidencia la educación que reciban.

Desde que el niño es pequeño hay que ir introduciendo pequeñas actividades o hábitos y promover espacios donde nuestros hijos pueden ejercitar sus capacidades y habilidades.

Estas áreas deben estar presentes en el horario estable de cada día de los pequeños. Es importante mantenerlas a lo largo de toda la infancia, para favorecer la adquisición de unos buenos hábitos.

Hitos evolutivos

4-5 AÑOS

  • Puede vestirse y desvestirse él/ella sólo/a
  • En casa puede recoger a la hora de las comidas su plato, su cuchara y su tenedor.
  • Puede sonarse la nariz.
  • Puede lavarse la cara, las manos y los dientes.
  • Puede despertarse para ir al baño.
  • Puede peinarse sólo/a…
  • Duerme toda la noche de un tirón aunque retrasa el momento de ir a la cama. Pide que le cuenten cuentos.
  • Aprende a atarse los zapatos.
  • Puede recoger y ordenar los juguetes.

5-6 AÑOS

  • En casa es capaz de tomar alguna responsabilidad.
  • Es capaz de decidir qué ropa ponerse.
  • En las comidas es capaz de usar el tenedor convenientemente.
  • Mejora el comportamiento en la mesa (no derrama la comida, ni se mancha como antes).
  • Es capaz de manejar dinero y realizar pequeñas compras
  • Cruza la calle de forma adecuada
  • Usa correctamente los materiales de clase y los comparte con sus compañeros.

 


Habitos de sueño

Los niños entre  los 4 y los 6 años duermen una media de 10 horas nocturnas. Algunos siguen haciendo una siesta de dos horas, aunque coincidiendo con el inicio en la escuela infantil a los 3 años, esta se suele suprimir.

Los objetivos principales en esta edad son:

  • Participar en la organización del espacio para dormir: poner o quitar el colchón, ordenar o arreglar un poco la cama, etc.
  • Arreglarse después del descanso
  • Dejar ordenadas las cosas (ropa, utensilios, etc.)
  • Respetar el descanso de los demás.

 

Son normales algunas alteraciones ya que son más vivencias las que tienen en su día a día y mucha más capacidad de expresarse, se suelen dar, en estas edades, resistencia a irse a dormir e intentos de alargar esta hora lo máximo posible, no queriéndose perder nada de lo que acontece en su día a día.

Las pesadillas y terrores nocturnos también son habituales, aunque suelen desaparecer con el tiempo. La lectura de cuentos como “caperucita” pueden crear pesadillas entorno a las figuras del villano, “el lobo”.

 

Los rituales siguen siendo importantes. Tener un espacio acondicionado que predisponga al niño a la relajación y al sueño es de vital importancia. Las rutinas o rituales para ir a dormir como la lectura de cuentos, es una actividad especialmente gratificante en estas edades, donde van teniendo cada vez más atención sostenida para seguir la lectura de un cuento y donde ellos también pueden participar preguntando o respondiendo a las preguntas que les planteemos.

Entorno a las 5-6 años ya podrán identificar letras e incluso intentar leer algunas palabras de los cuentos. Hay que tener en cuenta que estos rituales, como contarles un cuento, cantarles alguna canción u ofrecerles determinados objetos, tienen como objetivo que asocien estas rutinas con el momento de irse a dormir. Debemos evitar actividades físicas que les exciten.

 


Hábitos de alimentación

Es una etapa, la de los 4 a los 6 años, de gran gasto energético. Dominan la marcha y caminar y correr son unas de las actividades que más les gustan.

Su pensamiento se vuelve más complejo, más lógico. Todo ello requiere de mucha energía y por lo tanto, necesitan de una alimentación que les cubra estas necesidades.

En estas edades las comidas se estabilizan en 5 básicas (desayuno, tentempié de media mañana, comida, merienda, cena.

Entre los 4 y los 5 ya pueden comer solos si se les propone esta actividad y hacia los 5 o los 6 años ya pueden dominar un cuchillo con la supervisión de un adulto.

 


Habitos de higiene

Los dientes. Tener cuidado de su higiene bucal también es importante, por lo que les debemos enseñar a cepillarse los dientes correctamente. Se recomienda un cepillado después de cada comida siendo el más importante el de antes de dormir, ya  que es por la noche cuando más proliferan las bacterias.

Los niños tienen una destreza limitada, dificultades para enjuagarse correctamente y tendencia a tragarse una parte del dentífrico. Por eso, el cepillado deberá estar supervisado por una persona adulta hasta los 7 u 8 años.

Hay que tener en cuenta dos aspectos preventivos: visitar al dentista regularmente y establecer unos hábitos en cuanto a la ingesta de golosinas, puesto que los restos de azúcar favorecen la proliferación de las caries.

El baño. Hacia los 4 años, la actividad del baño se puede transformar en ducha. Hay que continuar vigilando y supervisando durante bastante tiempo, ya que para realizar acciones como lavarse la cabeza, regular la temperatura del agua o entrar y salir de la bañera, necesitará la colaboración de la persona adulta.

Además del baño diario, los niños y niñas deben lavarse las manos y la cara cada mañana. A partir de los 5 años, pueden  empezar a enjabonarse, enjuagarse y secarse solos.

El cabello. Se aconseja lavarlo 2-3 veces por semana, con champús infantiles, que no pican los ojos. En cuanto al pelo, se favorecerá la adopción de cortes de pelo que permitan a los niños peinarse solos y que no les induzcan a adoptar posturas forzadas, como las cabelleras largas. Unos de los mayores peligros es la parasitación.

Las uñas. Hay que procurar que las lleven cortas y limpias, pues son un vehículo habitual de transmisión de gérmenes. Para limpiarlas, se utilizará jabón, agua y un cepillo de uñas. Las uñas de las manos se cortarán en forma redondeada siguiendo su forma natural y las de los pies rectas para evitar que se encarnen.

El vestido. Hacia los 4 años, los niños comienzan a vestirse y desvestirse solos y participan en la elección de las prendas.


Calendario

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Comedor, menu semanal

Lunes

Lentejas

Hamburguesa

Ensalada

Fruta

Pan

Martes

Vainas con patatas

Croquetas de jamón

Ensalada

Fruta

Pan

Miércoles

Sopa de ajo

Chuleta de cerdo con pimientos

Fruta

Pan

Jueves

Menestra

Bacalao con pisto

Fruta

Pan

Viernes

Vainas con patatas

Salchichas con patatas

Fruta

Pan

 


Consejos

  • Aprovechar los sucesos, diferentes situaciones cotidianas para que aprendan a actuar, a tomar la iniciativa, para que sean protagonistas de aquello que realizan.
  • Ante los obstáculos y conflictos que puedan tener, dejarles a ellos/as que les hagan frente.
  • Antes de dar una respuesta o una opinión, dejarles pensar a ellos.
  • Ayudarles a encontrar soluciones a los problemas que puedan tener.
  • Cuando muestran ganas de aprender, estimularles y animarles…
  • Establece un número limitado de normas a cumplir, de forma clara, pero luego dichas normas se le debe exigir que las cumpla sin saltárselas “a la torera”.
  • Predica con el ejemplo: el niño aprende lo que ve.
  • No hagas las cosas que él puede hacer por sí solo.
  • Facilita la adquisición de los hábitos de autonomía y limpieza en ambiente de calma y naturalidad, aceptando la variabilidad de cada niño. No es importante que aprenda pronto, sino que lo haga en el momento en que esté maduro para ello.
  • No evites a tu hijo pequeñas frustraciones para que comprenda que la realidad no le va a ser siempre y en todo favorable.

Actividades

  • Tanto en casa o por la calle sin dejar de andar deben tocarse la parte del cuerpo que se les indique.
  • A la señal,  deben ir golpeando un globo, con las diversas partes del cuerpo, intentando que no caiga al suelo. Cada vez que golpean al globo deben nombrar la parte del cuerpo, con la que lo han realizado. 
  • Se les dice “nos acabamos de levantar y nos vamos a lavar todo el cuerpo bien lavado. Nos lavamos los ojos; la nariz; los labios; el cuello; la cabeza; los hombros; las axilas o sobacos; el pecho; etc.” De vez en cuando podemos preguntar “Laura una parte del cuerpo que todavía no nos hayamos lavado.”. Y cuando terminamos nos tenemos que secar con el mismo cuidado y la misma minuciosidad.