Esta etapa se sitúa entre los 3 y 5 años, ahora la sexualidad tanto los niños como las niñas se ubican en el pene o falo. Se encienden en ellos la curiosidad hacia su propio cuerpo y comienzan a explorar sus genitales, tocándose y obteniendo placer con ello. También sentirán curiosidad por la diferencia entre su sexo y el sexo opuesto, y así, descubrirán que existen dos sexos diferentes.
Será frecuente que jueguen a "papá y mamá", "a médicos" o "a novios". De esta forma, satisfacen su necesidad de descubrir, tocar, mostrarse, ver y ser vistos.
En esta etapa Freud habla sobre el complejo de Edipo, en el caso de los niños, y complejo de Electra, en el caso de las niñas.
En el caso de los niños, sienten deseo hacia su madre y ven al padre como un rival, e intenta identificarse consu padre para lograr el amor de su madre. Y en el caso de las niñas, sienten deseo hacia su padre y al percibir a la madre como un rival, tratan de identificarse con ella para conseguir el amor de su padre.
Existe un tercer complejo que se une a los dos anteriores, El complejo de castración:
Lo padecen tanto el niño como la niña, pero de manera diferente. Para los niños y niñas de estas edades es difícil comprender las diferencias entre sus
órganos genitales.
El niño piensa que la niña también tiene pene, pero que por algún motivo se lo han cortado y él siente miedo a que también le pueda ocurrir, lo cual le produce una gran angustia.
La niña se siente en inferioridad de condiciones por no tener un pene e intenta negarlo o compensarlo acercándose a su padre.
No será hasta la pubertad cuando esta dualidad pasará a ser entendida como masculino o femenino. Es una de las etapas más conflictivas y de extrema importancia para la formación del superyó o moral de la persona adulta. Una vez finalizada y superada, los niños y las niñas adquieren la consciencia de sí mismos encuadrados en la categoría hombre o mujer, a esto se le denomina identidad de género.