La socialización es el proceso por el que un individuo empieza a formar parte de un entorno. Para que una persona alcance un buen desarrollo social debe haber tenido desde la primera infancia una interacción positiva y de calidad con las personas de su entorno.
A partir de los cuatro años se producen avances muy significativos en el desarrollo social y emocional del niño. La forma en que el niño interioriza lo que le ofrece el exterior influye en la formación de su personalidad. En este proceso se van a asimilar actitudes, valores, costumbres, etc.
4 años |
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5 a 6 años |
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En este desarrollo Erikson afirma en su teoría que el desarrollo psicosocial tiene lugar a lo largo de toda la vida y no únicamente en la primera parte de la misma como postulaba Freud. Erikson considera que las etapas del desarrollo psicosocial no se centran en una parte del cuerpo, si no en la relación que la persona establece con el entorno.
El psicoanalista habla de ocho etapas en el desarrollo psicosocial, la correspondiente a la edad de entre 4-6 años es la etapa de iniciativa frente a culpa, en la que los niños y niñas quieren hacer muchas actividades con iniciativa y creatividad, y ello, a veces, supone contrariar a las familias, lo cual puede generar sentimientos exagerados de culpa en el pequeño y un exceso de rigidez moral en la futura persona adulta. Si la etapa se supera por el polo negativo, se habla de culpabilidad. Pero demasiada iniciativa tampoco es conveniente, porque puede derivar en crueldad.