Las niñas/os perfectos o los padres y madres perfectos no existen como cuales, y hasta ahora no ha habido padres y madres que no dudaran, al menos ocasionalmente, sobre sus propias capacidades. Los niños/as no se comportan siempre como sus progenitores quisieran, y cuando estos no logran cambiar los hábitos de sus hijos/as, se frustran, se confunden y se muestran inseguros.

Pasos para corregir los problemas de conducta infantiles.
Entre otras pautas básicas recomendadas por los especialistas, destacan las siguientes:
- Definir el problema: hay que saber lo que se desea cambiar. Asique toma una hoja y un boli y apunta los comportamientos que menos veces y más veces hace a menudo que quieras cambiar.
- Claridad: Cuando se dan instrucciones al niño, es importante ser claro y preciso, que el niño pueda comprenderlo fácilmente. No es lo mismo decirle "pórtate bien", o "no te portes mal", que decirle qué es correcto y qué no lo es. En definitiva, hhacer saber al niño lo que se espera de él.
- Coherencia y constancia: Un padre o madre que riñe a su hijo o hija por un determinado comportamiento, debe hacerlo siempre que lo detecte de nuevo. Hay que tener en cuenta, asimismo, que el pequeño observa su entorno y lo imita: no sería correcto desaprobar una conducta que contempla de forma habitual en su familia.
- Consenso y complicidad: Es necesario que todos los miembros de la familia, y de fuera de ella con responsabilidad sobre el niño, apliquen las mismas pautas a la hora de enseñar al pequeño buenos hábitos de conducta. Todos deben permitir, o no, las mismas actuaciones.
- Ser positivo: Es importante que el niño note la implicación emocional de los padres.
